El primer día de junio comenzó la Novena en honor a María Sembradora, una advocación de la Virgen María que se venera en el Movimiento Católico Puente. A continuación les compartimos la novena que fué preparada por el Padre David y la Fraternidad.
Novena a María Sembradora
El Día Propio del recuerdo de María Sembradora es el 4 de Junio. Toda novena ordinariamente comienza nueve días antes del día propio. Este año se superpone con la novena al Espíritu Santo. Es por esto que se recomienda comenzar esta novena el lunes posterior a Pentecostés. O sea el lunes 1 de Junio.
Esta novena puede rezarse individualmente o en grupos. Puede ser en casa o lugar apropiado para la visita al Santísimo.
Para rezar esta Novena nos disponemos durante nueve días. Cada Día se diagrama de la siguiente manera: Nos preparamos para la oración rezando “las manos de María” (ver día 1, punto 1). Luego pedimos la gracia que queremos alcanzar con esta novena y luego rezamos la felicitación y súplica a María Sembradora (ver día 1, punto 2). Seguidamente nos dejamos iluminar por la Palabra de Dios. A continuación se propone una pequeña reflexión, unas preguntas orientativas y un breve espacio de silencio para la meditación. Luego alguien lee un breve texto extraído del Documento de Aparecida (DA) que viene a ilustrar la reflexión anterior. A continuación se ofrece a María Sembradora un Rosario o una decena del Rosario. Terminada la oración reflexionamos algunas características de María Sembradora. Para finalizar rezamos la oración a María Sembradora.
Agradecemos nos envíen sus aportes o frutos de esta novena a:
fraterpuente@uolsinectis.com.ar
Día 1: María sembradora, Mujer de fe
1.- Nos preparamos: Oración Para todos los Días
· Rezamos todos juntos las manos de María
LAS MANOS DE MARÍA
Yo te saludo y te quiero, Señora mía.
Señora de las manos unidas: orando, desde tu inocencia primordial mientras crecías hacia Dios.
Señora de las manos en el regazo: aceptando en nombre de todos los hombres la propuesta salvadora de Dios.
Señora de las manos elevadas: cantando al Señor las maravillas de su amor en el Magníficat.
Señora de las manos amorosas: acariciando tu vientre lleno de la Palabra Encarnada
Señora de las manos cálidas y fuertes: sosteniendo a nuestro Dios Mientras le dabas de tu pecho.
Señora de las manos nerviosas: Cuando buscabas preocupada al Niño perdido.
Señora de las manos dolientes: Cuando acariciabas las heridas de tu Hijo Recién bajado de la cruz.
Señora de las manos sangrantes: Cuando te lastimaste al quitar la corona de espinas de tu Hijo yaciente.
Señora de las manos protectoras: Cobijando a todos tus hijos bajo tu manto
Yo te saludo y te quiero, Señora mía. Quiero que pongas mis manos entre tus manos orantes. Y así me enseñes a entregarme a Dios
Quiero las manos de tu regazo en mis hombros empujándome suavemente hacia Dios
Quiero que sostengas mis manos elevadas hacia Dios porque soy débil y se me caen
Quiero tu mano amorosa acariciándome en la cabeza durante mis tribulaciones
Quiero para mí tus manos cálidas y fuertes sosteniéndome de los brazos porque sólo soy un hombre débil y de pocos años.
Me apena cuando refriegas nerviosa tus manos por mí porque frecuentemente me pierdo y no me encuentras.
Cuando la vida me hiera quiero tus manos dolientes cerrando mis heridas
Qué pena Señora que tus manos sangren cuando me ayudas a sacar los abrojos de mi corazón.
Quiero tus manos protectoras cobijándome, dándome un lugar para mis noches oscuras
Quiero para mí tus manos, Señora
Amén
2.- Pedimos la gracia que queremos alcanzar
· En silencio pedimos la gracia
· Rezamos todos juntos la felicitación y súplica a María Sembradora
FELICITACIÓN Y SÚPLICA
Inmaculada Virgen María: Te damos mil parabienes, uniendo nuestras alabanzas con la de todos los Ángeles y Justos de la tierra, por tu Concepción Purísima. Te suplicamos aceptes nuestras súplicas y te pedimos nos enseñes a llevar, como Tú, la Palabra a los que la necesitan.
Ponemos confiadamente en tus manos las necesidades de la Iglesia, y especialmente de nuestro País. Te Pedimos, por el Santo Padre, nuestro Sumo Pontífice, el Papa N.N. (Benedicto XVI); por la conversión de los pecadores, por la reforma de las costumbres, por la prosperidad de todas las misiones de la Iglesia y por el aumento de la Vocaciones Sacerdotales, Religiosas y Laicales.
Te suplicamos también que nos concedas a todos, especialmente a los que te tributamos en esta Felicitación, un gran amor a Jesús, Palabra de Dios hecha carne y que habitó entre nosotros, y un afecto filial hacia Ti, una perfecta pureza de alma y cuerpo y el don precioso de la perseverancia final.
Todo lo ponemos en tus manos y del todo nos consagramos a Ti. Y así, como hoy te visitamos, Tú nos visites en nuestra última agonía. También te pedimos por todos aquellos que están en momentos críticos.
Que logremos todos los que aquí estamos para felicitarte, la dicha de asociarnos también en el cielo, para ensalzar eternamente tu grandeza. ¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Vos!, Amén.
ORACIÓN:
Salve, blanca azucena de la resplandeciente y Augusta Trinidad. Salve, bellísima rosa de la celestial amenidad, de quien quiso nacer y de cuya leche quiso apacentarse el Rey de los cielos; dígnate apacentar nuestras almas con tu celestial protección.
Amén.
3.- Escuchamos la Palabra de Dios
· Alguien lee: Lc 1, 26 -28
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».
4.- Reflexionamos
· Alguien lee:
María sembradora nos regala su ejemplo de fe. Una adolescente que sabía de su fe y creencia. Sabía que de alguna de ellas podría nacer el Cristo, el Mesías. Pero María fue preservada del pecado original, para que en su seno pudiese gestarse el Salvador. Ella supo poner en juego su fe con el anuncio del Ángel. María Sembradora en su acto de fe, siembra esperanza para fecundar el Amor.
Nos preguntamos ¿Pongo en juego mi fe? ¿Siembro desde mi fe?
Reflexionamos un tiempo en silencio
5.- Escuchamos a nuestros obispos
· Alguien lee:
La figura de María, discípula por excelencia entre discípulos, es fundamental en la recuperación de la identidad de la mujer y de su valor en la Iglesia. El canto del Magnificat muestra a María como mujer capaz de comprometerse con su realidad y de tener una voz profética ante ella. La relación entre la mujer y el varón es de reciprocidad y colaboración mutua. Se trata de armonizar, complementar y trabajar sumando esfuerzos. La mujer es corresponsable, junto con el hombre, por el presente y el futuro de nuestra sociedad humana. (DA 452-453)
6.- Oramos
· se puede rezar el rosario a María Sembradora o una decena del rosario
7.- Miramos a María Sembradora
· Reflexionamos algunas características de María Sembradora
· Hoy: Su mano izquierda
Su mano izquierda está en actitud de bendición y protección. Solo alguien lleno de fe puede transmitir el amor misericordioso de Dios a través de sus actos. María Sembradora no se guardó la Gracia de Dios, sino que “la llena de gracia” la transmite sin medida.
8.- Rezamos: oración a María Sembradora
· Rezamos todos juntos la oración a María Sembradora
Oración a María Sembradora
María, sembradora y compañera de camino, hoy nos ponemos en tus manos, manos llenas de amor, de ternura, de gracia. Manos que conocen el trabajo y que se alegra con la siembra.
Manos que portan la buena nueva de la salvación.
Somos pobres por lo tanto dependemos de Dios, el mismo que te hizo Hija, Esposa y Madre de Él. Por eso ponemos en tus manos todo nuestro ser sembradores, ser puente, como tu Hijo y como vos.
Danos de tu Esperanza contra toda adversidad, de tu lucha contra toda falta de amor y fe. Danos de tu fuerza para seguir saliendo anunciando a tu Hijo.
Amén.
Dia 2: Maria Sembradora en constante meditación de la Palabra
1.- Nos preparamos: Oración Para todos los Días
· Rezamos todos juntos las manos de María (ver día 1, punto 1)
2.- Pedimos la gracia que queremos alcanzar
· En silencio pedimos la gracia
· Rezamos todos juntos la felicitación y súplica a María Sembradora (ver día 1, punto 2)
3.- Escuchamos la Palabra de Dios
· Alguien lee: Lc 2, 42-51
Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acababa la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que los oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al ver, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados». Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?». Ellos no entendieron lo que les decía. El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.
4.- Reflexionamos
· Alguien lee:
María Sembradora siembra “la Palabra de Dios” por que ella lleva al mismo Dios en su seno. María encarna la Palabra. Esto llena su vida de sentido y alegría. El Ángel que le anuncia, representa la misma palabra de Dios que le es sembrada. Ella aprendió a guardar esa Palabra en su corazón. Esa Palabra que se gesta en su interior, le permite a María descubrir el plan amoroso de Dios. Un plan salvador para todos los hombres.
Nos preguntamos ¿Rezo con la Palabra de Dios? ¿Dejo que la Palabra de Dios de sentido a mi existencia?
Reflexionamos un tiempo en silencio
5.- Escuchamos a nuestros obispos
· Alguien lee:
Ella, que “conservaba todos estos recuerdos y los meditaba en su corazón” (Lc 2, 19; cf. 2, 51), nos enseña el primado de la escucha de la Palabra en la vida del discípulo y misionero. El Magnificat “está enteramente tejido por los hilos de la Sagrada Escritura, los hilos tomados de la Palabra de Dios. Así se revela que en Ella la Palabra de Dios se encuentra de verdad en su casa, de donde sale y entra con naturalidad. Ella habla y piensa con la Palabra de Dios; la Palabra de Dios se le hace su palabra, y su palabra nace de la Palabra de Dios. Además así se revela que sus pensamientos están en sintonía con los pensamientos de Dios, que su querer es un querer junto con Dios. Estando íntimamente penetrada por la Palabra de Dios, Ella puede llegar a ser madre de la Palabra encarnada”. Esta familiaridad con el misterio de Jesús es facilitada por el rezo del Rosario, donde: “el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor. Mediante el Rosario, el creyente obtiene abundantes gracias, como recibiéndolas de las mismas manos de la madre del Redentor”. (DA 272)
6.- Oramos
· se puede rezar el rosario a María Sembradora o una decena del rosario
7.- Miramos a María Sembradora
· Reflexionamos algunas características de María Sembradora
· Hoy: las semillas
La Virgen lleva en su mano derecha la Semilla de la Palabra, semilla transformada en corazones que con amor se entregan al trabajo de sembrarla.
8.- Rezamos: oración a María Sembradora
· Rezamos todos juntos la oración a María Sembradora (ver día 1, punto 8)
Dia 3: la obediencia de María sembradora
Esta novena puede rezarse individualmente o en grupos. Puede ser en casa o lugar apropiado para la visita al Santísimo.
Para rezar esta Novena nos disponemos durante nueve días. Cada Día se diagrama de la siguiente manera: Nos preparamos para la oración rezando “las manos de María” (ver día 1, punto 1). Luego pedimos la gracia que queremos alcanzar con esta novena y luego rezamos la felicitación y súplica a María Sembradora (ver día 1, punto 2). Seguidamente nos dejamos iluminar por la Palabra de Dios. A continuación se propone una pequeña reflexión, unas preguntas orientativas y un breve espacio de silencio para la meditación. Luego alguien lee un breve texto extraído del Documento de Aparecida (DA) que viene a ilustrar la reflexión anterior. A continuación se ofrece a María Sembradora un Rosario o una decena del Rosario. Terminada la oración reflexionamos algunas características de María Sembradora. Para finalizar rezamos la oración a María Sembradora.
Agradecemos nos envíen sus aportes o frutos de esta novena a:
fraterpuente@uolsinectis.com.ar
Día 1: María sembradora, Mujer de fe
1.- Nos preparamos: Oración Para todos los Días
· Rezamos todos juntos las manos de María
LAS MANOS DE MARÍA
Yo te saludo y te quiero, Señora mía.
Señora de las manos unidas: orando, desde tu inocencia primordial mientras crecías hacia Dios.
Señora de las manos en el regazo: aceptando en nombre de todos los hombres la propuesta salvadora de Dios.
Señora de las manos elevadas: cantando al Señor las maravillas de su amor en el Magníficat.
Señora de las manos amorosas: acariciando tu vientre lleno de la Palabra Encarnada
Señora de las manos cálidas y fuertes: sosteniendo a nuestro Dios Mientras le dabas de tu pecho.
Señora de las manos nerviosas: Cuando buscabas preocupada al Niño perdido.
Señora de las manos dolientes: Cuando acariciabas las heridas de tu Hijo Recién bajado de la cruz.
Señora de las manos sangrantes: Cuando te lastimaste al quitar la corona de espinas de tu Hijo yaciente.
Señora de las manos protectoras: Cobijando a todos tus hijos bajo tu manto
Yo te saludo y te quiero, Señora mía. Quiero que pongas mis manos entre tus manos orantes. Y así me enseñes a entregarme a Dios
Quiero las manos de tu regazo en mis hombros empujándome suavemente hacia Dios
Quiero que sostengas mis manos elevadas hacia Dios porque soy débil y se me caen
Quiero tu mano amorosa acariciándome en la cabeza durante mis tribulaciones
Quiero para mí tus manos cálidas y fuertes sosteniéndome de los brazos porque sólo soy un hombre débil y de pocos años.
Me apena cuando refriegas nerviosa tus manos por mí porque frecuentemente me pierdo y no me encuentras.
Cuando la vida me hiera quiero tus manos dolientes cerrando mis heridas
Qué pena Señora que tus manos sangren cuando me ayudas a sacar los abrojos de mi corazón.
Quiero tus manos protectoras cobijándome, dándome un lugar para mis noches oscuras
Quiero para mí tus manos, Señora
Amén
2.- Pedimos la gracia que queremos alcanzar
· En silencio pedimos la gracia
· Rezamos todos juntos la felicitación y súplica a María Sembradora
FELICITACIÓN Y SÚPLICA
Inmaculada Virgen María: Te damos mil parabienes, uniendo nuestras alabanzas con la de todos los Ángeles y Justos de la tierra, por tu Concepción Purísima. Te suplicamos aceptes nuestras súplicas y te pedimos nos enseñes a llevar, como Tú, la Palabra a los que la necesitan.
Ponemos confiadamente en tus manos las necesidades de la Iglesia, y especialmente de nuestro País. Te Pedimos, por el Santo Padre, nuestro Sumo Pontífice, el Papa N.N. (Benedicto XVI); por la conversión de los pecadores, por la reforma de las costumbres, por la prosperidad de todas las misiones de la Iglesia y por el aumento de la Vocaciones Sacerdotales, Religiosas y Laicales.
Te suplicamos también que nos concedas a todos, especialmente a los que te tributamos en esta Felicitación, un gran amor a Jesús, Palabra de Dios hecha carne y que habitó entre nosotros, y un afecto filial hacia Ti, una perfecta pureza de alma y cuerpo y el don precioso de la perseverancia final.
Todo lo ponemos en tus manos y del todo nos consagramos a Ti. Y así, como hoy te visitamos, Tú nos visites en nuestra última agonía. También te pedimos por todos aquellos que están en momentos críticos.
Que logremos todos los que aquí estamos para felicitarte, la dicha de asociarnos también en el cielo, para ensalzar eternamente tu grandeza. ¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Vos!, Amén.
ORACIÓN:
Salve, blanca azucena de la resplandeciente y Augusta Trinidad. Salve, bellísima rosa de la celestial amenidad, de quien quiso nacer y de cuya leche quiso apacentarse el Rey de los cielos; dígnate apacentar nuestras almas con tu celestial protección.
Amén.
3.- Escuchamos la Palabra de Dios
· Alguien lee: Lc 1, 26 -28
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».
4.- Reflexionamos
· Alguien lee:
María sembradora nos regala su ejemplo de fe. Una adolescente que sabía de su fe y creencia. Sabía que de alguna de ellas podría nacer el Cristo, el Mesías. Pero María fue preservada del pecado original, para que en su seno pudiese gestarse el Salvador. Ella supo poner en juego su fe con el anuncio del Ángel. María Sembradora en su acto de fe, siembra esperanza para fecundar el Amor.
Nos preguntamos ¿Pongo en juego mi fe? ¿Siembro desde mi fe?
Reflexionamos un tiempo en silencio
5.- Escuchamos a nuestros obispos
· Alguien lee:
La figura de María, discípula por excelencia entre discípulos, es fundamental en la recuperación de la identidad de la mujer y de su valor en la Iglesia. El canto del Magnificat muestra a María como mujer capaz de comprometerse con su realidad y de tener una voz profética ante ella. La relación entre la mujer y el varón es de reciprocidad y colaboración mutua. Se trata de armonizar, complementar y trabajar sumando esfuerzos. La mujer es corresponsable, junto con el hombre, por el presente y el futuro de nuestra sociedad humana. (DA 452-453)
6.- Oramos
· se puede rezar el rosario a María Sembradora o una decena del rosario
7.- Miramos a María Sembradora
· Reflexionamos algunas características de María Sembradora
· Hoy: Su mano izquierda
Su mano izquierda está en actitud de bendición y protección. Solo alguien lleno de fe puede transmitir el amor misericordioso de Dios a través de sus actos. María Sembradora no se guardó la Gracia de Dios, sino que “la llena de gracia” la transmite sin medida.
8.- Rezamos: oración a María Sembradora
· Rezamos todos juntos la oración a María Sembradora
Oración a María Sembradora
María, sembradora y compañera de camino, hoy nos ponemos en tus manos, manos llenas de amor, de ternura, de gracia. Manos que conocen el trabajo y que se alegra con la siembra.
Manos que portan la buena nueva de la salvación.
Somos pobres por lo tanto dependemos de Dios, el mismo que te hizo Hija, Esposa y Madre de Él. Por eso ponemos en tus manos todo nuestro ser sembradores, ser puente, como tu Hijo y como vos.
Danos de tu Esperanza contra toda adversidad, de tu lucha contra toda falta de amor y fe. Danos de tu fuerza para seguir saliendo anunciando a tu Hijo.
Amén.
Dia 2: Maria Sembradora en constante meditación de la Palabra
1.- Nos preparamos: Oración Para todos los Días
· Rezamos todos juntos las manos de María (ver día 1, punto 1)
2.- Pedimos la gracia que queremos alcanzar
· En silencio pedimos la gracia
· Rezamos todos juntos la felicitación y súplica a María Sembradora (ver día 1, punto 2)
3.- Escuchamos la Palabra de Dios
· Alguien lee: Lc 2, 42-51
Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acababa la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que los oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al ver, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados». Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?». Ellos no entendieron lo que les decía. El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.
4.- Reflexionamos
· Alguien lee:
María Sembradora siembra “la Palabra de Dios” por que ella lleva al mismo Dios en su seno. María encarna la Palabra. Esto llena su vida de sentido y alegría. El Ángel que le anuncia, representa la misma palabra de Dios que le es sembrada. Ella aprendió a guardar esa Palabra en su corazón. Esa Palabra que se gesta en su interior, le permite a María descubrir el plan amoroso de Dios. Un plan salvador para todos los hombres.
Nos preguntamos ¿Rezo con la Palabra de Dios? ¿Dejo que la Palabra de Dios de sentido a mi existencia?
Reflexionamos un tiempo en silencio
5.- Escuchamos a nuestros obispos
· Alguien lee:
Ella, que “conservaba todos estos recuerdos y los meditaba en su corazón” (Lc 2, 19; cf. 2, 51), nos enseña el primado de la escucha de la Palabra en la vida del discípulo y misionero. El Magnificat “está enteramente tejido por los hilos de la Sagrada Escritura, los hilos tomados de la Palabra de Dios. Así se revela que en Ella la Palabra de Dios se encuentra de verdad en su casa, de donde sale y entra con naturalidad. Ella habla y piensa con la Palabra de Dios; la Palabra de Dios se le hace su palabra, y su palabra nace de la Palabra de Dios. Además así se revela que sus pensamientos están en sintonía con los pensamientos de Dios, que su querer es un querer junto con Dios. Estando íntimamente penetrada por la Palabra de Dios, Ella puede llegar a ser madre de la Palabra encarnada”. Esta familiaridad con el misterio de Jesús es facilitada por el rezo del Rosario, donde: “el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor. Mediante el Rosario, el creyente obtiene abundantes gracias, como recibiéndolas de las mismas manos de la madre del Redentor”. (DA 272)
6.- Oramos
· se puede rezar el rosario a María Sembradora o una decena del rosario
7.- Miramos a María Sembradora
· Reflexionamos algunas características de María Sembradora
· Hoy: las semillas
La Virgen lleva en su mano derecha la Semilla de la Palabra, semilla transformada en corazones que con amor se entregan al trabajo de sembrarla.
8.- Rezamos: oración a María Sembradora
· Rezamos todos juntos la oración a María Sembradora (ver día 1, punto 8)
Dia 3: la obediencia de María sembradora
1.- Nos preparamos: Oración Para todos los Días
· Rezamos todos juntos las manos de María (ver día 1, punto 1)
2.- Pedimos la gracia que queremos alcanzar
· En silencio pedimos la gracia
· Rezamos todos juntos la felicitación y súplica a María Sembradora (ver día 1, punto 2)
3.- Escuchamos la Palabra de Dios
· Alguien lee: Lc 1, 38
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho».Y el Ángel se alejó.
4.- Reflexionamos
· Alguien lee:
¿Qué hubiese sucedido si María hubiese dicho “no” al Plan Divino de la Salvación? No lo sabemos. Lo que si sabemos el “sí” de María Sembradora. Una sencilla mujer que no entiende “como puede ser posible”, pero su confianza y esperanza pueden más. María se lanza a los brazos amorosos de su Padre y confía en el Todopoderoso. Es el Espíritu Santo que eleva a María al pleno conocimiento de la verdad. María desde su pobre “sí” enriqueció a toda la humanidad para siempre.
Nos preguntamos con mis actitudes diarias: ¿estoy diciendo “sí” al plan de Dios? Mi “s픿es desinteresado y generoso?
Reflexionamos un tiempo en silencio
5.- Escuchamos a nuestros obispos
· Alguien lee:
La máxima realización de la existencia cristiana como un vivir trinitario de “hijos en el Hijo” nos es dada en la Virgen María quien por su fe (cf. Lc 1, 45) y obediencia a la voluntad de Dios (cf. Lc 1, 38), así como por su constante meditación de la Palabra y de las acciones de Jesús (cf. Lc 2, 19.51), es la discípula más perfecta del Señor . Interlocutora del Padre en su proyecto de enviar su Verbo al mundo para la salvación humana, María con su fe llega a ser el primer miembro de la comunidad de los creyentes en Cristo, y también se hace colaboradora en el renacimiento espiritual de los discípulos. Del Evangelio emerge su figura de mujer libre y fuerte, conscientemente orientada al verdadero seguimiento de Cristo. Ella ha vivido por entero toda la peregrinación de la fe como madre de Cristo y luego de los discípulos, sin que le fuera ahorrada la incomprensión y la búsqueda constante del proyecto del Padre. Alcanzó así a estar al pie de la cruz en una comunión profunda, para entrar plenamente en el misterio de la Alianza. (DA 267)
6.- Oramos
· se puede rezar el rosario a María Sembradora o una decena del rosario
7.- Miramos a María Sembradora
· Reflexionamos algunas características de María Sembradora
· Hoy:
El embarazo significa que lleva a Jesús consigo, en sus entrañas purísimas, para entregarlo a los hombres. María lleva hasta el extremo su obediencia a Dios.
8.- Rezamos: oración a María Sembradora
· Rezamos todos juntos la oración a María Sembradora (ver día 1, punto 8)
Dia 4: la Fidelidad de María: condición para la siembra
1.- Nos preparamos: Oración Para todos los Días
· Rezamos todos juntos las manos de María (ver día 1, punto 1)
2.- Pedimos la gracia que queremos alcanzar
· En silencio pedimos la gracia
· Rezamos todos juntos la felicitación y súplica a María Sembradora (ver día 1, punto 2)
3.- Escuchamos la Palabra de Dios
· Alguien lee: Mt 12, 46-50
Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte». Jesús le respondió: «¿Quién es mí madre y quiénes son mis hermanos?». Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».
· Otro lee: Lc 2, 34-35
Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: «Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos».
4.- Reflexionamos
· Alguien lee:
La fidelidad empieza por las pequeñas cosas. Quien no es fiel en lo poco, no es fiel en lo mucho. María Sembradora supo ser fiel en lo pequeño y con esa pequeñez permitió que el mismo Dios se humane. La fidelidad se pone en juego especialmente en los momentos de duros de intenso dolor. María sufrió el aparente rechazo de su Hijo y presenció su muerte en la cruz. Como grandes espadas, estos hechos y otros tantos, atravesaban su corazón. Pero María aprendió a ser fiel hasta el final. Así descubrió que su Hijo no la rechazaba sino que le estaba regalando la dignidad de ser su discípula, y también puedo ver a su hijo resucitado y lleno de Gloria.
Nos preguntamos ¿Soy fiel en lo poco? ¿Acepto mi cruz?
Reflexionamos un tiempo en silencio
5.- Escuchamos a nuestros obispos
· Alguien lee:
Hoy, cuando en nuestro continente latinoamericano y caribeño se quiere enfatizar el discipulado y la misión, es ella, María, quien brilla ante nuestros ojos como imagen acabada y fidelísima del seguimiento de Cristo. Ésta es la hora de la seguidora más radical de Cristo, de su magisterio discipular y misionero al que nos envía el Papa Benedicto XVI: “María Santísima, la Virgen pura y sin mancha es para nosotros escuela de fe destinada a conducirnos y a fortalecernos en el camino que lleva al encuentro con el Creador del cielo y de la tierra. El Papa vino a Aparecida con viva alegría para decirnos en primer lugar: Permanezcan en la escuela de María. Inspírense en sus enseñanzas. Procuren acoger y guardar dentro del corazón las luces que ella, por mandato divino, les envía desde lo alto” . (DA 271)
6.- Oramos
· se puede rezar el rosario a María Sembradora o una decena del rosario
7.- Miramos a María Sembradora
· Reflexionamos algunas características de María Sembradora
· Hoy: Su mirada
Su mirada esta dirigida al campo donde están los hombres que recibirán la Semilla. Sembradora fiel, que está atenta a las necesidades de los hombres
8.- Rezamos: oración a María Sembradora
· Rezamos todos juntos la oración a María Sembradora (ver día 1, punto 8)
Dia 5: María. Sembradora perseverante
1.- Nos preparamos: Oración Para todos los Días
· Rezamos todos juntos las manos de María (ver día 1, punto 1)
2.- Pedimos la gracia que queremos alcanzar
· En silencio pedimos la gracia
· Rezamos todos juntos la felicitación y súplica a María Sembradora (ver día 1, punto 2)
3.- Escuchamos la Palabra de Dios
· Alguien lee: Hechos 1, 10-14
Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir». Los Apóstoles regresaron entonces del monte de los Olivos a Jerusalén: la distancia entre ambos sitios es la que está permitida recorrer en día sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.
4.- Reflexionamos
· Alguien lee:
María sembradora es perseverante en la fe. Por la oración se sentía íntimamente unida al amor de Dios. Por eso María fue perseverante en la oración. Después de la ascensión de Jesús al cielo, María, como Madre, permanecía unida a los discípulos en constante oración. Esta perseverancia la hizo dócil a recibir el Espíritu Santo Prometido. Ella sabe que sin el Espíritu de Amor, la siembra se hace dura y sin sentido. Desde la oración perseverante María Sembradora derrama la semilla de la Palabra en todos los corazones. Especialmente aquellos que están más alejados de la Palabra de Vida.
Nos preguntamos ¿Soy perseverante en la oración? ¿Soy dócil al impulso del Espíritu?
Reflexionamos un tiempo en silencio
5.- Escuchamos a nuestros obispos
· Alguien lee:
Con ella, providencialmente unida a la plenitud de los tiempos (cf. Gal 4, 4), llega a cumplimiento la esperanza de los pobres y el deseo de salvación. La Virgen de Nazaret tuvo una misión única en la historia de salvación, concibiendo, educando y acompañado a su hijo hasta su sacrificio definitivo. Desde la cruz Jesucristo confió a sus discípulos, representados por Juan, el don de la maternidad de María, que brota directamente de la hora pascual de Cristo: “Y desde aquel momento el discípulo la recibió como suya” (Jn 19, 27). Perseverando junto a los apóstoles a la espera del Espíritu (cf. Hch. 1, 13-14), cooperó con el nacimiento de la Iglesia misionera, imprimiéndole un sello mariano que la identifica hondamente. Como madre de tantos, fortalece los vínculos fraternos entre todos, alienta a la reconciliación y el perdón, y ayuda a que los discípulos de Jesucristo se experimenten como una familia, la familia de Dios. En María nos encontramos con Cristo, con el Padre y el Espíritu Santo, como asimismo con los hermanos. (DA 268)
6.- Oramos
· se puede rezar el rosario a María Sembradora o una decena del rosario
7.- Miramos a María Sembradora
· Reflexionamos algunas características de María Sembradora
· Hoy: La pierna hacia delante
La pierna hacia delante representa el esfuerzo y la fortaleza que nos quiere enseñar María Sembradora. María sabe que “la tierra” esta reseca y gime dolores de parto. Por eso María empapada de esperanza, sale al mundo a sembrar la vida plena.
8.- Rezamos: oración a María Sembradora
· Rezamos todos juntos la oración a María Sembradora (ver día 1, punto 8)
Dia 6: Sembradora: Madre de comunión
1.- Nos preparamos: Oración Para todos los Días
· Rezamos todos juntos las manos de María (ver día 1, punto 1)
2.- Pedimos la gracia que queremos alcanzar
· En silencio pedimos la gracia
· Rezamos todos juntos la felicitación y súplica a María Sembradora (ver día 1, punto 2)
3.- Escuchamos la Palabra de Dios
· Alguien lee: Jn 19, 25-27
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien el amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.
4.- Reflexionamos
· Alguien lee:
En la entrega plena de Jesús por todos nosotros, y antes de derramar hasta su última gota de Sangre, nos deja a su propia Madre como nuestra Madre. María Sembradora recibe aquí su misión: ser la Madre de los discípulos-misioneros de Jesús. Por eso María es la primera Sembradora de unidad. María nos hace partícipes activos de la Familia Divina. Madre del Redentor y Madre Nuestra, Maria es así la Madre de la Iglesia. En el profundo dolor de ver a su hijo inocente morir en la cruz, Maria experimenta el gozo del sin sentido. Como buena Madre, acepta y se levanta. María es nuestra Madre, siempre de pie, sostenida por la fortaleza que le regala el saber confiar en la Palabra de Dios.
Nos preguntamos ¿Acojo a María como mi Madre? ¿Me pongo a la par de María para sembrar junto a ella?
Reflexionamos un tiempo en silencio
5.- Escuchamos a nuestros obispos
· Alguien lee:
Como en la familia humana, la Iglesia-familia se genera en torno a una madre, quien confiere “alma” y ternura a la convivencia familiar . María, Madre de la Iglesia, además de modelo y paradigma de humanidad, es artífice de comunión. Uno de los eventos fundamentales de la Iglesia es cuando el “sí” brotó de María. Ella atrae multitudes a la comunión con Jesús y su Iglesia, como experimentamos a menudo en los santuarios marianos. Por eso la Iglesia, como la Virgen María, es madre. Esta visión mariana de la Iglesia es el mejor remedio para una Iglesia meramente funcional o burocrática. (DA 269)
María Santísima es la presencia materna indispensable y decisiva en la gestación de un pueblo de hijos y hermanos, de discípulos y misioneros de su Hijo. (DA 525)
6.- Oramos
· se puede rezar el rosario a María Sembradora o una decena del rosario
7.- Miramos a María Sembradora
· Reflexionamos algunas características de María Sembradora
· Hoy: Las tres semillas
María Sembradora lleva en su mano derecha tres semillas, ellas representan la trinidad. El Padre, El Hijo y el Espíritu Santo nos dan el primer ejemplo de comunidad y unidad. Es la Sembradora la que nos regala al mismo Dios.
8.- Rezamos: oración a María Sembradora
· Rezamos todos juntos la oración a María Sembradora (ver día 1, punto 8)
Dia 7: María: sembradora sin descanso en misión permanente
1.- Nos preparamos: Oración Para todos los Días
· Rezamos todos juntos las manos de María (ver día 1, punto 1)
2.- Pedimos la gracia que queremos alcanzar
· En silencio pedimos la gracia
· Rezamos todos juntos la felicitación y súplica a María Sembradora (ver día 1, punto 2)
3.- Escuchamos la Palabra de Dios
· Alguien lee: Lc 1, 39-45
En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor».
4.- Reflexionamos
· Alguien lee:
Lo que asombra de este texto es que María partió “sin demora”. La prontitud de María sembradora es la que produce el gozo y la alegría. Junto a Isabel podríamos Preguntarnos ¿Quiénes somos para que la Madre de nuestro Señor venga a sembrarnos la esperanza y la vida a nuestros corazones? María no duda. Cuando se trata de servicio, María es la diligente por excelencia. El amor que quema su corazón impulsa a María a darse prontamente, a ver la necesidad del otro, a servir en silencio.
Nos preguntamos ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? ¿Soy diligente para el servicio?
Reflexionamos un tiempo en silencio
5.- Escuchamos a nuestros obispos
· Alguien lee:
María es la gran misionera, continuadora de la misión de su Hijo y formadora de misioneros. Ella, así como dio a luz al Salvador del mundo, trajo el Evangelio a nuestra América. En el acontecimiento guadalupano, presidió junto al humilde Juan Diego el Pentecostés que nos abrió a los dones del Espíritu. Desde entonces son incontables las comunidades que han encontrado en ella la inspiración más cercana para aprender cómo ser discípulos y misioneros de Jesús. Con gozo constatamos que se ha hecho parte del caminar de cada uno de nuestros pueblos, entrando profundamente en el tejido de su historia y acogiendo los rasgos más nobles y significativos de su gente. Las diversas advocaciones y los santuarios esparcidos a lo largo y ancho del Continente testimonian la presencia cercana de María a la gente y, al mismo tiempo, manifiestan la fe y la confianza que los devotos sienten por ella. Ella les pertenece y ellos la sienten como madre y hermana. (DA 270)
6.- Oramos
· se puede rezar el rosario a María Sembradora o una decena del rosario
7.- Miramos a María Sembradora
· Reflexionamos algunas características de María Sembradora
· Hoy: el paso
Su posición de caminar por el campo (el mundo), significa que es la Primera Sembradora que esparce la semilla en el corazón de los fieles que quieren escucharla y ponerla en practica "Felices mas bien los que oyen la Palabra y la practican".
8.- Rezamos: oración a María Sembradora
· Rezamos todos juntos la oración a María Sembradora (ver día 1, punto 8)
Dia 8: El servicio de María: sembrar vida… la esperanza que no defrauda
1.- Nos preparamos: Oración Para todos los Días
· Rezamos todos juntos las manos de María (ver día 1, punto 1)
2.- Pedimos la gracia que queremos alcanzar
· En silencio pedimos la gracia
· Rezamos todos juntos la felicitación y súplica a María Sembradora (ver día 1, punto 2)
3.- Escuchamos la Palabra de Dios
· Alguien lee: Jn 2 , 1-5
Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino». Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía». Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga».
· otro lee Galatas 4, 4-5
Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a os que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.
4.- Reflexionamos
· Alguien lee:
Si el sembrador pierde su atención seguramente muchas semillas caerán entre rocas, entre espinos o al costado del camino. María sabe de siembra, está atenta y sabe cuándo, cómo y dónde sembrar. Su mirada atenta no deja escapar ningún detalle. Todo cuenta para la salvación. Y ese detalle aunque insignificante para los ojos de los hombres puede ser motivo de redención para Dios. La siembra atenta aumenta los frutos. María lleva adelante una siembra abundante y atenta, donde la mirada no es de ella, sino del mismo Jesús que vive en Ella.
Nos preguntamos ¿Tenemos nuestra mirada atenta al Plan salvador de Dios para todos los hombres? ¿Soy consciente que la siembra atenta aumenta los frutos?
Reflexionamos un tiempo en silencio
5.- Escuchamos a nuestros obispos
· Alguien lee:
Con los ojos puestos en sus hijos y en sus necesidades, como en Caná de Galilea, María ayuda a mantener vivas las actitudes de atención, de servicio, de entrega y de gratuidad que deben distinguir a los discípulos de su Hijo. Indica, además, cuál es la pedagogía para que los pobres, en cada comunidad cristiana, “se sientan como en su casa” . Crea comunión y educa a un estilo de vida compartida y solidaria, en fraternidad, en atención y acogida del otro, especialmente si es pobre o necesitado. En nuestras comunidades, su fuerte presencia ha enriquecido y seguirá enriqueciendo la dimensión materna de la Iglesia y su actitud acogedora, que la convierte en “casa y escuela de la comunión” , y en espacio espiritual que prepara para la misión. (DA 273)
6.- Oramos
· se puede rezar el rosario a María Sembradora o una decena del rosario
7.- Miramos a María Sembradora
· Reflexionamos algunas características de María Sembradora
· Hoy: Las sandalias
Las sandalias de María Sembradora simbolizan la sencillez y humildad de su corazón. María conoce las necesidades de los hombres. Sabe de aflicciones, sabe de pobreza, sabe de dolor. María sirve desde su humildad, siembra desde su pobreza y se regocija de ser la sembradora paciente del Señor.
8.- Rezamos: oración a María Sembradora
· Rezamos todos juntos la oración a María Sembradora (ver día 1, punto 8)
Dia 9: María sembradora, modelo de discípula y misionera
1.- Nos preparamos: Oración Para todos los Días
· Rezamos todos juntos las manos de María (ver día 1, punto 1)
2.- Pedimos la gracia que queremos alcanzar
· En silencio pedimos la gracia
· Rezamos todos juntos la felicitación y súplica a María Sembradora (ver día 1, punto 2)
3.- Escuchamos la Palabra de Dios
· Alguien lee: Lc 1, 46-55
María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso he hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre».
4.- Reflexionamos
· Alguien lee:
La grandeza de María se resume en el hecho que ella supo pasar de Madre a ser discípula y misionera de si propio Hijo. Discípulo es aquel que desea con fervor imitar a su Maestro. Por eso Maria que amamantó a su hijo, lo crió y lo educó; descubre en el discipulado su vocación planificada. Configurarse con Jesús es signo de Santidad. La Sembradora, con su tarea sencilla y silenciosa, se sabe discípula de Jesús y también hace discípulos para Jesús. Así su misión también se plenifica. Ser la Madre de los discípulos de Jesús, para que los pueblos tengan vida en El.
Nos preguntamos ¿Soy discípulo misionero de Jesús? ¿Deseo con fervor configurarme con Jesús?
Reflexionamos un tiempo en silencio
5.- Escuchamos a nuestros obispos
· Alguien lee:
Tenemos la mirada en María y reconocemos en ella una imagen perfecta de la discípula misionera. Ella nos exhorta a hacer lo que Jesús nos diga (cf. Jn 2, 5) para que Él pueda derramar su vida en América Latina y El Caribe. Junto con ella queremos estar atentos una vez más a la escucha del Maestro, y en torno a ella volvemos a recibir con estremecimiento el mandato misionero de su hijo: “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos” (Mt 28, 19). Lo escuchamos como comunidad de discípulos misioneros que hemos experimentado el encuentro vivo con Él y queremos compartir todos los días con los demás esa alegría incomparable. (DA 365)
6.- Oramos
· se puede rezar el rosario a María Sembradora o una decena del rosario
7.- Miramos a María Sembradora
· Reflexionamos algunas características de María Sembradora
· Hoy: semillas en forma de corazón
María Sembradora lleva en su mano derecha tres semillas en forma de corazón. Ellas representan el mismo amor de Dios. María como discípula-misionera, supo dejarse amar por Dios y supo dar ese amor a sus hermanos, a pesar de lo adverso de las condiciones de la siembra
8.- Rezamos: oración a María Sembradora
· Rezamos todos juntos la oración a María Sembradora (ver día 1, punto 8)
El Rosario a María Sembradora
1- La Palabra es sembrada en María y a su vez, Ella la siembra con prontitud
(Lucas 1, 30-32; 38-43)
“El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo (...). Dijo María: He aquí la esclava del Señor;
hágase en mí según tú palabra.” “En aquellos días, se levanto María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías
y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre; y ¿de donde a mí que la madre de mi Señor venga a visitarme?”
2- El Nacimiento de Jesús, la presentación y su extravío en el templo.
(Lucas 2, 6-11)
“Y sucedió que, mientras ellos estaban allí se cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento. Había en la misma comarca algunos pastores (...) se les
presentó el Ángel del Señor, (...)y les dijo: no temáis, pues os anuncio una gran alegría, (...) os ha nacido (...) un salvador.”
(Lc 2, 22-25, 34-35)
“Llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor. (...) Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón que esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. (...)Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción- ¡y a ti misma una espada te traspasará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.”
(Lc 2, 41-47)
“Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. (...) Subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres(...). Se volvieron a Jerusalén en su busca(...). Al cabo de tres días, le encontraron en el templo sentado en medio de los maestros, esscuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.”
3- La intercesión de María Sembradora
(Jn 2,1-5)
“Se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: No tienen vino. Jesús le responde: ¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora. Dice su madre a los sirvientes: Haced lo que él os diga.”
4- La Venida del Espíritu Santo sobre María Sembradora y los apóstoles.
(Hch 1, 14; 2, 1-4)
“Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. (...) Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido (...) que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”
5- La Asunción y coronación de María Sembradora
(Ct 2, 10-11, 14)
“¡Levántate, amada mía, hermosa mía, y vente! Porque, mira, ha pasado ya el invierno, han cesado las lluvias y se han ido. (...) Muéstrame tu semblante, déjame oír tu voz; porque tu voz es dulce, y bello tu semblante.”
(Sal. 45, 14-15; Ap 11, 19;12, 1)
“Toda espléndida, la hija del rey, va adentro, con vestidos en oro recamados; con sus brocados es llevada ante el rey.” Y “una gran señal apareció en el cielo; una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.”
Gentileza Patricia Castilla, Puente Tartagal
No hay comentarios:
Publicar un comentario