Hola,Te invito a la misa oficiada por Francisco Vacasur, la misma se realizara a hs 20.00 en la calle 9 de Julio y Avda Packam... Va la foto del lugar de misa. www.metroflog.com/hma2009 Saludos
Milagros
Esta fue la carta de invitación por mail que la joven Milagros Alvarez envió congregando a los fieles a participar de una Misa por la ciudad de Tartagal ante los hechos acaecidos recientemente el día viernes 13 de febrero. La santa Misa fue presidida por Monseñor Andres Buttu, actual Administrador Diocesano de la Diócesis de la Nueva Orán.
El motivo fue pedir al Señor y Virgen del Milagro para que la ciudad no sufra nuevamente este flagelo de los aluviones, para rogar por las dos personas que fallecieron, para pedir por las dos personas que todavía siguen desaparecidas, para suplicar por tantas familias que han perdido todo sus bienes materiales y por aquellos que se han visto perjudicados con el alud, para agradecer por toda la solidaridad que ha brotado en el pais y para renovar nuestra fe y confianza en Dios, nuestro Señor.
Las primeras fotos son de las imágenes del Señor y Virgen del Milagro que posee Parroquia La Purísima, gentilmente trasladadas en las camionetas del Sr. Luis Cieri y Sr. Juan Carlos Trevisani. También se acondiconó un camión para que sobre el mismo se realizará la ceremonia.
La Santa Misa se celebró a hs. 20:00 entre las avenidas Packham y 9 de Julio, detrás del Monumento a la Madre y a una cuadra del Puente que el lunes pasado ocasionó la tragedia que hoy entristece a nuestra ciudad. 
La ceremonia fué presidida por Monseños Andrés Buttu, y concelebrada por los siguientes sacerdotes: Pbro. (Director Caritas), Pbro. Diego Calvisi, Pbro. Julio Velásquez (Parroco de San Ramón), Pbro. Freddy David Costilla (Párroco de Santa Cruz), Pbro. Polo (Párroco San Cayetano- Embarcación), Rvdo. Padre Fr. Francisco Vacazur (Parroco La Purísima) y Rvdo. Padre Fr. Alfredo Olivera (Guardián Fraternidad de Tartagal).
Monseñor Buttu animó a los presentes en la Homilía a renovar una vez más la confianza, la fe y la esperanza en Dios, la lectura fue del Evangelio de Marcos que decía:Lectura del santo evangelio según san Marcos 7, 31 37
En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. El, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: «Effetá», esto es: «Ábrete.»
Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»
Palabra del Señor.
Renovación del pacto de fidelidad del pueblo salteño con sus patronos“Porque todos me conocerán, del más pequeño al mas grande–oráculo del Señor–” (Jer 31,34).
Experimentamos la fuerza de la comunión que nos lleva a la solidaridad. La solidaridad se expresa en el amor cristiano que busca el bien de los otros, especialmente de los más necesitados.
Son muchas las situaciones que testimonian la insolidaridad entre nosotros. Los pecados sociales dejan sus secuelas de injusticia, marginación y miseria que nos golpea desde el rostro de los niños que no nacen porque los excluimos, de los que naciendo mendigan para comer en tantos comedores que no pueden ni deben sustituir el hogar, comedores que nacieron para ser una alternativa temporal y se van convirtiendo en testimonio de una civilización de pobreza sin familia, de los jóvenes que se evaden en el alcohol o la droga, de los matrimonios y familias destruidos por costumbres que niegan el proyecto de Dios sobre ella y van dejando marcas de tristeza, resentimiento y frustración en las nuevas generaciones, de los sin trabajo, de los sin futuro.
Son pecados que manifiestan una crisis profunda porque hemos perdido el sentido de Dios y de tu cercanía y están ausentes en la cultura que atraviesa el tejido social los principios morales que deben regir la vida del hombre. La ambición y el apetito de poder nos enceguecen. ¡Danos tu luz!.
Danos tu fuerza para ser promotores de la paz y de la solidaridad que hagan real la justicia respetuosa de la dignidad del hombre de donde nacen los derechos y las obligaciones. Danos tu fuerza para imitarte en tu cercanía a los pobres y excluidos. Danos tu fuerza para luchar contra la cultura de la muerte promoviendo la civilización de la vida y del amor. Danos tu fuerza para “dar de comer” el pan de la justicia y el pan de la paz.
Experimentamos la fuerza de la comunión que nos lleva a la solidaridad. La solidaridad se expresa en el amor cristiano que busca el bien de los otros, especialmente de los más necesitados.
Son muchas las situaciones que testimonian la insolidaridad entre nosotros. Los pecados sociales dejan sus secuelas de injusticia, marginación y miseria que nos golpea desde el rostro de los niños que no nacen porque los excluimos, de los que naciendo mendigan para comer en tantos comedores que no pueden ni deben sustituir el hogar, comedores que nacieron para ser una alternativa temporal y se van convirtiendo en testimonio de una civilización de pobreza sin familia, de los jóvenes que se evaden en el alcohol o la droga, de los matrimonios y familias destruidos por costumbres que niegan el proyecto de Dios sobre ella y van dejando marcas de tristeza, resentimiento y frustración en las nuevas generaciones, de los sin trabajo, de los sin futuro.
Son pecados que manifiestan una crisis profunda porque hemos perdido el sentido de Dios y de tu cercanía y están ausentes en la cultura que atraviesa el tejido social los principios morales que deben regir la vida del hombre. La ambición y el apetito de poder nos enceguecen. ¡Danos tu luz!.
Danos tu fuerza para ser promotores de la paz y de la solidaridad que hagan real la justicia respetuosa de la dignidad del hombre de donde nacen los derechos y las obligaciones. Danos tu fuerza para imitarte en tu cercanía a los pobres y excluidos. Danos tu fuerza para luchar contra la cultura de la muerte promoviendo la civilización de la vida y del amor. Danos tu fuerza para “dar de comer” el pan de la justicia y el pan de la paz.
Mons. Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta
Finalmente Fr. Francisco comunicó a la comunidad la forma de trabajar que se propuso nuestra Iglesia por lo ocurrido. Entre los detalles más relevantes está: Formación de una "Comisión de Crisis" llevada adelante por la Iglesia Católica a través de las Caritas Parroquiales de la Ciudad y en comunión con Caritas Diocesana; se presentó a las personas laicas que coordinan y llevan adelante esta Comisión; se recibe donaciones en el predio de Caritas Estación ubicado en Avda. San Martín y Avda. 20 de Febrero (a una cuadra de la Plaza Principal); las donaciones de mayor envergadura serán trasladadas a los galpones del Regimiento, Caritas Estación estará abierto para las personas interesadas en colaborar en carácter de voluntarios de 8:00 a 22:00 hs.La Comisión de Crisis está formada por:
No hay comentarios:
Publicar un comentario