San Fernando del Valle de Catamarca; Ene. 10 (AICA)
Ayer, domingo 10 de enero, se cumplieron 127 años de la muerte del Venerable Fray Mamerto Esquiú, obispo de Córdoba y “orador de la Constitución Nacional Argentina”.
Fray Mamerto Esquiú nació en la localidad de Piedra Blanca (provincia de Catamarca), el 11 de mayo de 1826. Siendo muy niño ingresó a la orden franciscana. Tras los estudios correspondientes fue ordenado sacerdote en 1848. De notoria actividad, fue misionero, docente, periodista, legislador, destacándose por sus célebre “sermones patrióticos”, entre ellos el más conocido pronunciado con motivo de la jura de la Constitución Nacional del año 1853. En 1872 fue designado para el arzobispado de Buenos Aires de Buenos Aires, al cual renunció. En 1880 fue nombrado obispo de Córdoba.
Fray Mamerto Esquiú falleció el 10 de enero de 1883, en la Posta “El Suncho” (provincia de Catamarca). Pocos días antes había viajado a La Rioja que comprendía en ese entonces su jurisdicción eclesiástica. Se lo consideró esencialmente como un obispo misionero, pues en apenas sus dos años de gobierno episcopal había visitado pastoralmente gran parte del territorio de la diócesis de Córdoba.
La prensa de aquella época daba así la noticia de la muerte de Esquiú: “Ha muerto no sólo un gran Pastor, sino un gran hombre, que iluminó con su prodigioso talento y con la luz de sus conocimientos profundos, el claustro, la cátedra sagrada…, el humilde entre los humildes, que vivía más humildemente aún, ha expirado en un lugar humilde, solitario, privado de todo recurso, rodeado por el misterioso silencio del desierto” (El Eco de Córdoba-12-1-1883). “Los buenos se van, y cuando los buenos se van es porque algo serio nos prepara la Providencia a los malos”. (El Ferrocarril, Mendoza-31-1-1883). “La humildad, la pobreza, el desinterés, la castidad, el sacrificio, el amor al prójimo, la obediencia; las privaciones y los dolores impuestos a su existencia física. Todo ese conjunto que ha prescripto el rito y que pocos tienen presente, estaba encarnado en el fraile catamarqueño”. (El diario de Buenos Aires-31-1-1883).
Estado de la Causa de beatificación Desde hace pocos años la Causa de beatificación de Esquiú tuvo un marcado avance. El sacerdote franciscano Fray Jorge Martínez, vicepostulador de la Causa, manifestó que el 18 de octubre de 2006 la Congregación para las Causas de los Santos presidida por el cardenal José Saraiva Martins, la Comisión de Cardenales y Obispos aprobó oficialmente la heroicidad de la virtudes de Esquiú”.
Para ello se consideró al Siervo de Dios, “como franciscano, obispo de Córdoba, fiel hijo de la provincia de Catamarca, humilde obispo dado a los pobres y a la evangelización, en tiempos difíciles de guerras internas y desunión de los argentinos, y para muchos el inspirado orador de la Constitución”.
Posteriormente, el 16 de diciembre de 2006, el Santo Padre Benedicto XVI reconoció las virtudes heroicas del Siervo de Dios Fray Mamerto Esquiú asignándole el título de Venerable, que lo acerca a su pronta beatificación.+
Extraido de: http://www.aica.org/index.php?module=displaystory&story_id=19998&format=html&fech=2010-01-11
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